AMIGO IMAGINARIO (Infant)
En los juegos y el mundo fantástico que viven nuestros hijos, es natural que existan hadas, monstruos, superhéroes, gigantes, o que se personifiquen los objetos que hay en la casa, que todos los peluches tengan nombres y que todos los dibujos tengan ojos, nariz y boca (así sea el dibujo de un árbol). De aquí vienen esos grandes amigos: Los imaginarios, de la relación que empiezan a tener nuestros hijos con su entorno, de la autonomía y la independencia que va creando cuando deja el coche y el cargador.
Los amigos imaginarios son normales en nuestros pequeñitos, no debemos alarmarnos por esto (si hablan solos o nos cuentan de ellos), si lográramos hacer memoria de nuestra infancia, creo que muchos de nosotros habríamos tenido uno en esas épocas. Se cree que los amigos imaginarios surgen de la gran creatividad que tienen nuestros pequeñitos para llevar sus juegos e historias a otros niveles. No hay un modelo específico de amigo imaginario; pueden ser personas, animales, un carro volador, un dragón rosado y tendrán la personalidad que nuestro pequeño quiera darle. Debemos saber que los amigos imaginarios tienen una función positiva en la vida de nuestros hijos: son sus confidentes, sus compañeros de aventuras, les dan confianza en sí mismos, los liberan del estrés y de sus pensamientos positivos y negativos, los ayudan a superar sus miedos, los hacen más fuertes y capaces, les ayudan a controlar sus emociones y los inician en el trato con la sociedad.
Cuando aparece este amigo en la vida de nuestros hijos, debemos saber que tan bueno o malo está siendo para él, a nuestros hijos les encanta contarnos sus experiencias, así que podemos preguntarle con naturalidad sobre su querido amigo (como se llama, que le gusta, como es), de esta manera ellos nos tendrán más confianza para decirnos cualquier cosa que les está sucediendo. Si nos “familiarizamos” con el amigo imaginario de nuestro hijo, se nos hará mas fácil descubrir cuáles son sus verdaderos pensamientos o sentimientos, pues nuestro pequeño se sentirá feliz de que compartamos con el su mundo de fantasía, así que si nuestro hijo aparta un lugar en la mesa para que se siente su amigo no debemos rechazarle su idea, ni decirle “no existe”, por el contrario podemos seguir e involucrarnos en su juego (todo lo que compartamos con nuestros hijos será lo mejor).
Como padres, podemos asegurarnos de que estos amigos no afectarán el desarrollo y la integridad de nuestros hijos estando pendientes de ellos; los tipos de conversaciones que tienen con sus amigos imaginarios: Que sean normales, sanas y sobre los temas comunes que hablan los niños y niñas (caricaturas, amigos, escuela, etc.), también debemos fijarnos en que nuestros hijos prefieran jugar con sus amigos normales: Para que se forme en valores, empatía y sociedad, nuestros niños deben compartir más tiempo con sus amiguitos reales, deben salir, saltar, correr, bailar y compartir con ellos. También debemos asegurarnos de que su amigo imaginario no le impida hacer sus deberes o desarrollarse como un niño normal. Y debemos alarmarnos solamente cuando estemos viendo que la conducta de nuestros hijos se está afectando negativamente, o sea, si se está volviendo retraído o asocial.
Sin lugar a dudas, esta es una de las etapas más bellas de la vida: la infancia, los juegos, las fantasías, la magia y los amigos.
