9 Años Después....

10 años atrás recuerdo mi barriga grande a la que consentía en las noches con aceite de almendras mientras jugaba con una linterna prendiendo y apagándola para que el ser que crecía siguiera la luz escuchando a Mozart y Beethoven de fondo. Era época de antojos, curvas pronunciadas y lloradera por nada. Por otro lado recuerdo que no tenía idea de cómo iba a ser mamá, como le iba a cambiar el pañal, hacer un tetero, a ponerlo a dormir a sacarle los gases, a curarle los resfriados, cortarle las uñas, no sabía si era mejor que durmiéramos juntos o él en su cuna, si lo tenía en los brazos o lo dejaba llorar, si le daba un chupo o no, si lo bañaba en las noches o en las mañanas, si le calentaba la leche o se la daba al clima. No estaba segura como debía enseñarle a ser un "ser" humano y no un simple humano. Recuerdo el trasnocho donde pase de dormir 8 horas seguidas a 3 o 4. En medio de la transición al nuevo rol, el cansancio, las ojeras y el no saber con exactitud que es lo mejor que se debe hacer llegan los consejos de la mamá, la vecina, la suegra, los amigos con “experiencia”, el libro, los talleres, el blog y youtube. Unos dicen que así no le de el tetero , que así es mejor, que lo ponga a dormir boca arriba otro boca abajo, otro que lo envuelva en la cobija, que lo deje llorar, que no lo acostumbre al brazo, que el chupo no lo deja hablar, que le ponga lo aretes al mes que no, que se espere hasta los 3 meses, que en la cuarentena no suba escaleras, que se cuide que se le baja el útero y un sin fin de “mitos y leyendas”.

Pero que se debe hacer en realidad? Quien tiene la razón? A quien se le hace caso? Todos quieren ayudar, a todos les a funcionado algo diferente todos tienen una respuesta y todas son válidas. Todos lo hacen con amor queriendo ser parte del crecimiento del niño(a). Hoy celebro el nacimiento de mi hijo Deko y cumplo 9 años de que le pusieran turbo a mi vida, de tener la experiencia de ser mamá. 9 años de estar interesada en la educación infantil, de leer libros, preguntar, pedir consejos, de estudiar teorías, técnicas, métodos y llevarlo a la práctica con los Peekaboocitos, compartirlo con colegas y por supuesto con los míos. Qué es lo mejor para la mamá y para el baby? Porque dudamos aún teniendo la información al alcance de nuestras manos?. Aveces se piensa que los otros tienen mejores ideas, que lo hacen mejor, que ellos sí saben cómo es, necesitamos validación de personas externas a nuestras vidas, pero hay algo mejor….nuestro “yo interior”. Nadie sabe qué es lo mejor para uno mismo que UNO mismo y para ese nuevo ser que lo que más necesita es sentir "seguridad” de los padres. Muy calladitos y dormiditos que se ven están sintiendo, escuchando y almacenando. Cerrar los ojos 2-5 minutos de silencio interno y preguntarnos a nosotros mismos por esa incógnita ese consejo, poder tomar esa decisión. Al principio no será tan fácil confiar en nuestra misma respuesta en nuestra intuición de padres pero si se practica con frecuencia nos acostumbremos a resolver preguntas con esa vocecita a lo lejos tu propia intuición o propio conocimiento o experiencias propias. Lo importante es transmitir lo que se hace y se piensa con seguridad, que el bebé sienta y perciba esa mamá o papá seguro de lo que está haciendo, con ganas de aprender, corregir y mejorar en el único rol del ser humano en donde el altruismo sale a flote por doquier. Ya tienes la información, es hora de actuar! años atrás recuerdo mi barriga grande a la que consentía en las noches con aceite de almendras mientras jugaba con una linterna prendiendo y apagándola para que el ser que crecía siguiera la luz escuchando a Mozart y Beethoven de fondo. Era época de antojos, curvas pronunciadas y lloradera por nada. Por otro lado recuerdo que no tenía idea de cómo iba a ser mamá, como le iba a cambiar el pañal, hacer un tetero, a ponerlo a dormir a sacarle los gases, a curarle los resfriados, cortarle las uñas, no sabía si era mejor que durmiéramos juntos o él en su cuna, si lo tenía en los brazos o lo dejaba llorar, si le daba un chupo o no, si lo bañaba en las noches o en las mañanas, si le calentaba la leche o se la daba al clima. No estaba segura como debía enseñarle a ser un "ser" humano y no un simple humano. Recuerdo el trasnocho donde pase de dormir 8 horas seguidas a 3 o 4. En medio de la transición al nuevo rol , el cansancio, las ojeras y el no saber con exactitud que es lo mejor que se debe hacer llegan los consejos de la mamá, la vecina, la suegra, los amigos con “experiencia”, el libro, los talleres, el blog y youtube. Unos dicen que así no le de el tetero , que así es mejor, que lo ponga a dormir boca arriba otro boca abajo, otro que lo envuelva en la cobija, que lo deje llorar, que no lo acostumbre al brazo, que el chupo no lo deja hablar, que le ponga lo aretes al mes que no, que se espere hasta los 3 meses, que en la cuarentena no suba escaleras, que se cuide que se le baja el útero y un sin fin de “mitos y leyendas” . Pero que se debe hacer en realidad? quien tiene la razón? A quien se le hace caso? Todos quieren ayudar, a todos les a funcionado algo diferente todos tienen una respuesta y todas son válidas. Todos lo hacen con amor queriendo ser parte del crecimiento del niño(a). Hoy celebro el nacimiento de mi hijo Deko y cumplo 9 años de que le pusieran turbo a mi vida, de tener la experiencia de ser mamá. 9 años de estar interesada en la educación infantil, de leer libros, preguntar, pedir consejos, de estudiar teorías, técnicas, métodos y llevarlo a la práctica con los Peekaboocitos, compartirlo con colegas de profesión y por supuesto con los míos. Qué es lo mejor para la mamá y para el baby? Porque dudamos aún teniendo la información al alcance de nuestras manos?. Aveces se piensa que los otros tienen mejores ideas, que lo hacen mejor, que ellos sí saben cómo es, necesitamos validación de personas externas a nuestras vidas, pero hay algo mejor….nuestro “yo interior”. Nadie sabe qué es lo mejor para uno mismo que UNO mismo y para ese nuevo ser que lo que más necesita es sentir "seguridad” de los padres. Muy calladitos y dormiditos que se ven están sintiendo, escuchando y almacenando. Cerrar los ojos 2-5 minutos de silencio interno y preguntarnos a nosotros mismos por esa incógnita ese consejo, poder tomar esa decisión. Al principio no será tan fácil confiar en nuestra misma respuesta en nuestra intuición de padres. Pero si se practica con frecuencia nos acostumbremos a resolver preguntas con esa vocecita a lo lejos. Tu propia intuición o propio conocimiento o experiencias propias. Lo importante es transmitir lo que se hace y se piensa con seguridad, que el bebé sienta y perciba esa mamá o papá seguro de lo que está haciendo, con ganas de aprender, corregir y mejorar en el único rol del ser humano en donde el altruismo sale a flote por doquier.