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Mi hijo no se quita de ese aparato (videojuegos)

Los videojuegos son un atractivo gigante para nuestros hijos, y también es un aliciente para nosotros saber que nuestro pequeño prefiere estar en casa que “buscando peligros” en la calle. Y si, es un elemento súper divertido, colorido, lleno de grandes aventuras que nuestros hijos experimentan en cada juego, que a su vez, los vuelve competentes, dinámicos, ágiles, coordinadores de movimientos, con una gran destreza visual y habilidades especiales.


Por esta confianza que nos producen los videojuegos, solemos dejar que nuestros hijos pasen mucho tiempo utilizándolos, y muchas veces no sabemos que están jugando (o lo sabemos por encima “es un juego de tortugas” “es un juego de buscar pelotas”, es un juego de tal cosa o tal otra) y no le damos importancia a eso porque lo consideramos inofensivo. Pero como lo hemos hablado antes, el abuso de los elementos tecnológicos trae grandes consecuencias a la vida de nuestros pequeñitos, y los videojuegos no son la excepción.

El exceso de videojuegos, puede hacer que nuestros hijos tomen actitudes indeseadas como:


- Ellos se pueden volver ansiosos: Los videojuegos siempre los mantiene en actividad, es un software interactivo que hace que ellos todo el tiempo tengan que responder a lo que está en pantalla, por tanto, si pasan mucho tiempo en ellos, nuestros hijos pueden llegar a acostumbrarse a ese ritmo y aplicarlo en todo, esto les impedirá descansar, dormir bien, y les producirá estrés.

- Perder el contacto con la realidad: Como pasan mucho tiempo en una “realidad virtual”, se hace tan propio que llegan a creer que esa es su naturaleza y pierden las costumbres sanas de un niño de su edad, como buscar el tiempo de compartir en familia, o jugar con amigos y demás.

- Se ve afectado su rendimiento escolar: Van a dedicar más tiempo a jugar que a estudiar, y muchas veces dejaran de hacer tareas o actividades pendientes.

- Subirán de peso: Lo natural es que nuestros hijos jueguen, corran, salten, bailen, y gasten toda esa energía que tienen, pero al gastarlas de una manera tan sedentaria (moviendo los dedos en el videojuego) lo más probable es que suban de peso.

- Problemas de salud: La radiación de estos juegos y el uso excesivo de ellos pueden provocar fuertes dolores de cabeza, dolores musculares y demás


Cuando conocemos las consecuencias, podemos empezar a trabajar para no permitir que nuestros hijos lleguen allá, y hay muchas maneras de prevenirlo. Inicialmente, poniendo normas y estableciendo horarios que sean favorables y que combinen diferentes actividades en el día o en el tiempo libre de nuestros hijos, según varias investigaciones, el tiempo estimado a dedicar a los videojuegos sería máximo 4 horas en la semana. Otro punto clave, es estar informados siempre de lo que están viendo o jugando nuestros pequeños y la mejor manera de hacerlo es teniendo una buena comunicación con ellos; preguntarles, que juegos les gusta y por qué, y de vez en cuando jugarlos con ellos. También podemos utilizar los videojuegos como un “premio”, por ejemplo, “al terminar la tarea, podrás jugar en tu psp”. Una alternativa favorable también es, motivarlos con algo en lo que puedan ser muy buenos, como la natación, el ballet, el arte, fútbol o cualquier otro deporte.


Y no olvidemos que lo más importante es pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, es decir, la mejor entretención no es la tecnología, es el compartir en familia.

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