¡LAS PALABRAS MÁGICAS!
La conducta y los modales no son algo que nace con nosotros, por el contrario, se crea con el tiempo y con la educación que recibimos, por esto debemos ser cuidadosos y minuciosos con cada cosa que le enseñamos a nuestros hijos, pues el comportamiento de ellos, será el reflejo de nuestros grandes esfuerzos por formarlos.
Lo primero que debemos hacer para incluir los valores y la educación en la formación integral de nuestros pequeñitos es explicarles por qué es tan importante tener buenos modales, ser cordiales, serviciales, respetuosos y amables… y por supuesto cuáles son las consecuencias de tener una conducta inapropiada. Esto lo puedes explicar de muchas maneras, puedes poner ejemplos de personas que han sido muy exitosas a causa de su buen carisma y de otras personas que no se portan muy bien. Como bien sabemos, el principal elemento a seguir para nuestros hijos, somos nosotros, por eso debemos ser un gran ejemplo (el mejor ejemplo), con los mejores modales, una forma especial de servir a los demás, siendo pacientes, respetuosos, constantes, mostrando amor e interés por todo lo que hacemos y enfrentándonos a todas las situaciones con equilibrio y conciencia.
Estas palabras son:
¡Hola! ¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Bienvenido!: cuando llegas a un lugar o cuando te saludan, cuando te levantas.
¡Adios! ¡Hasta luego! ¡Suerte!: Cuando te despides, cuando sales de un lugar, cuando vas a dormir.
Gracias: Cuando recibes algo, cuando te desean algo bueno, etc.
Con mucho gusto: Cuando te dicen “gracias”
Perdón! ¡Disculpa!: Cuando tienes que interrumpir en un lugar o conversación (es una urgencia). Cuando te equivocas, etc.
Los modales no es algo que se pueda imponer, pero sí se puede enseñar, una vez nuestros hijos tomen conciencia de la importancia de tenerlos en nuestra vida. Una manera efectiva de educarlos didácticamente es con el uso de “las palabras mágicas”, con ellas les enseñaremos cual es la manera correcta de responder en las diferentes situaciones o lugares.
