En el Asiento de Atrás...
En un carro de familia el común denominador es "Adultos adelante, Niños atrás". Por lo general la mujer es el copiloto quien va hablando con el piloto en este caso el esposo siendo el carro uno de los lugares en donde se habla de todo, se adelanta el cuaderno o las redes sociales mientras los niños van atrás. Hace tres meses después de que mi hija me insistiera en irme en el "asiento de atrás" en un recorrido de dos horas descubrimos un nuevo espacio para comunicarnos. Sentirlos cerca, tener contacto visual y físico, compartir lo que al parecer es insignificante, responder preguntas de esas que dejan con la boca abierta, comentarios no hablados antes, opiniones al aire libre, ideas y hasta consejos es lo que sucede cuando se decide ir en el "asiento de
atrás". Los niños guardan información en sus cabezas queriendo salir a flote, queriendo ser escuchados o queriendo ser respondidas preguntas que en el mundo de ellos aún no encajan. Por supuesto que hay otros momentos es donde intercambiar toda esta información pero en este nuevo espacio se intercambia iPads, DS, #Musically, #Snapchat, #YouTube y ahora #Nintendoswith por momentos de escuchar y ser escuchados, de contar nuestras historias porque nosotros Papás y Mamás también fuimos niños. Ir en el "asiento de atrás" no es algo para ser rutinario porque perdería el sentido y la emoción de los niños. Ver al adulto atrás es lo que hace que suelten sus aparatos electrónicos y comiencen a soltar sus lenguas. Debemos ser consientes también de como estamos emocionalmente para poder escuchar y responder. No es sentarse atrás con el celular en la mano y caer padres e hijos en el mundo electrónico, es hacer una desconexión en ese momento y saber que sentarse "atrás" es todo un ritual. La etapa de la infancia como todas las etapas del ser humano pasan extremadamente rápidas. Cuando están en la barriga queremos que nazcan, después que caminen, que hablen, que hagan pipí que coman solos que vayan al jardín y así sucesivamente como en una carrera sin fin limitándonos a disfrutar cada etapa. Hoy son niños que aún les gusta estar con sus papas, ser escuchados, apapachados, comprendidos y educados. Mañana serán adolescentes en donde los amigos ocuparan los primeros puestos y ahora son ellos los amigos con los que se irán en el "asiento de atrás". Constantemente se está en la búsqueda de como hacer más plata como trabajar más horas, como hacer otro proyecto como invertir en algo, cuando la mejor inversión está frente a nosotros, una inversión que requiere esfuerzo, dedicación, amor, comunicación, paciencia, en este caso irse en el asiento de atrás requiere de todo esto pero al pasar de los años vale la pena. Al final de nuestros días más que Inversiones económicas los hijos representan la inversión más grande que como padres podemos hacer. Son ellos el legado que dejamos para que sigan adelante con las futuras generaciones.